Cuaderno de bitácora de un viajero a lo pasado de la ciudad que le vio nacer. Pequeñas cápsulas del tiempo, pequeñas curiosidades que voy descubriendo en el papel de los libros y periódicos de aquellos que fueron testigos de otro tiempo, y que con estos artículos vuelven a la luz. Quedan invitados a acompañarme en este viaje.

sábado, 31 de marzo de 2007

Badajoz en la Geographia Historica de Pedro Murillo Velarde. 1752

Pedro Murillo Velarde (1696-1753), jesuita almeriense, hombre de incansable actividad y aptitudes variadísimas, fue profundo teólogo, sagacísimo jurisconsulto y eminente geógrafo y cartógrafo, como lo prueba entre otras su obra “Geografía histórica” publicado en Madrid en 1752 en 10 volúmenes.

Vamos a ver que nos cuenta, dentro del Libro Primero en su capítulo XVI sobre Extremadura, de Badajoz:


“Badajoz, en la parte Occidental, declinando a la Meridional de la Provincia, en los confines de Portugal, al Sur de Alcántara, al Occidente de Mérida, con las que hace triangulo, y no lexos de Helvas en Portugal; en medio ella, media legua de Badajoz, el Río Caya, que divide los dos Reynos. Es capital de la Estremadura, y está en la parte meridional de Guadiana, en once grados, y veinte y cinco minutos de longitud, y en treinta y ocho, y casi quarenta minutos de latitud Septentrional. Fundola Octavio Augusto, veinte y dos años antes de Chisto, y se llamó Pax Augusta: los Moros la llamaron Beled Aix, que significa Tierra de Santidad; otros dicen Baxaugus, y de al Badajoz, que significa Tierra de Vid, o Nogales: conquistóla de Moros el Rey Don Ordoño II. Año de 917. después Fernando II de Leon año de 1180. y últimamente Don Alonso X. de Leon año de 1228. Tuvo en lo antiguo Cátedra Episcopal, y oy la tiene, con seis Dignidades, quince Canonjías, y catorce Raciones. Tiene el Obispado cincuenta y tres Pilas Bautismales, y el Obispo goza diez y ocho mil ducados de renta, y suele ser Vicario General de los Exercitos, y Tropas de Extremadura. Tiene dos mil y trescientos Vecinos, Tres Parroquias, cinco Conventos de Frayles, siete de Monjas, tres Hospitales, diez Hermitas, Corregidor, y treinta y seis Regidores: es Ciudad murada con ocho Puertas: es Plaza fronteriza de Portugal, y asi tiene buena Guarnicion, y asist alli el Capitan General de la Provincia.”

Siglos llamada Pax Augusta y pocos años reconocida ser la Beja portuguesa.

“Siendo Badajoz de Moros, y estando a devocion del Ley de Leon, fue contra aquella Ciudad el Rey Don Alonso Enriquez de Portugal; fue a socorrerla el Rey Don Fernando II. De Leon, el qual venció a los Portugueses, y prendió a su Rey al tiempo, que queria huir de Badajoz, año de 1179. le trató el Rey de Leon con grande cortesía, y luego le dio la libertad. En Badajoz havia unos grandes vandos entre Bejaranos, y Portugaleses: havian estos despojados a aquellos de sus haciendas, acudieron al Rey los Bejaranos, para que deshiciese este agravio; pero viendo, que no lograban su intento, acudieron a las armas a tomarse la justicia por si mismo, y mataron muchos de los contrarios, y después la Ciudad apellidó por Rey al Infante Don Alonso de la Cerda, contra el Rey Don Sancho IV. Fue este a la Ciudad año de 1289. y aunque se entregaron con pacto de libertar las vidas, no obstante, con inaudita crueldad, mandó degollar quatro mil personas, que se enterraron extramuros en el Osario, oy corrupto en Sario. Don Enrique IV. dio esta Ciudad a Hernan Gomez de Solis, Alcayde de ella, hermano de Don Gomez Caceres de Solis, Maestre de Alcantara, haciendole Duque de Badajoz; pero después bolvio a la Corona. El año de 1658. la cercaron los Portugueses con grande Exercito, pero acudiendo nuestro socorro levantaron el Sitio. Tambien el dia 2 de Octubre de 1705. la sitiaron con mucha fuera el Marques de las Minas, y Gallobay; pero levantaron el Sitio con gran pérdida, haviendole defendido el Conde de la Puebla, y socorrido el Conde de Tessé, y Marques de Bay.”

La ciudad mora de Badajoz pidió auxilio al Sultán de Sevilla y al aliado cristiano Fernando II, yerno del portugués Alfonso Enriquez (por haberse casado con su hija Urraca). Pesó más las incursiones portuguesas que el lazo familiar, y Fernando II sitió a los sitiadores, causando la huida atropellada de los portugueses, rompiéndose la pierna y cayéndose del caballo su Rey, con el cerrojo del rastrillo de la que pasó a llamarse la más antigua de las Puertas de la Traición.

Leyenda esta de Portugaleses y Bejaranos que muchos relataron. Medio siglo de disputas, acabaron con que los Bejaranos se alzaran en armas, llegando a tomar partido por Don Alfonso de la Cerda, que disputaba el trono de Castilla a Sancho IV. Enfurecido Sancho IV, reunió poderosa fuerza con las Órdenes Militares de Calatrava, Alcántara, Santiago, el Temple y San Juan. Pactaron la rendición a cambio de la vida, mas en vez de otorgar el perdón prometido, Sancho IV ordenó el exterminio total del linaje de los Bejaranos, siendo degollados y enterrados en el Campo del Osario, actual barrio de San Roque.

Comenta la ocupación de Badajoz por Hernán Gómez de Solís y el Maestre de Alcántara durante los años 1465-1470, los años centrales de la rebelión nobiliaria frente a Enrique IV, el famoso sitió de la Guerra de Separación de Portugal de 1658 del "O forte está muito forte", que tras 4 meses de asedio fue por fin socorrida. El sitio de 1705 de la Guerra de Sucesión, de los portugueses, al mando de Antonio Luis de Sousa, Marques de las Minas, con la ayuda de ingleses al mando de Galloway, y defendido por Antonio Colón de Portugal, Conde de la Puebla, que con la entrada del Marques de Bay en la ciudad consiguieron levantar el sitio, aunque la ciudad quedó arrasada por las bombas.

“No lexos de Badajoz, en el Campo de la Gudiña, a 7 de Mayo de 1709. la Caballería Española, sin Infantería, governada por el Marqués de Aytona, y de Queilús, que tenia la derecha, teniendo la izquierda el Conde de Feine, y Don Baltasar de Moscoso, siendo General el Marqués de Bay, derrotó el Exercito Portugués, governado por el Conde de San Juan, Gallobay, y Marqués de la Frontera. El de Aytona los siguió hasta Campo Mayor, murieron mil y setecientos, y traxo trescientos prisioneros: huyó Gallobay, y todos los demás; dexaron la Artillería, y el Bagage, y quedó prisionero el Conde de San Juan.”

En los años siguientes ya solo quedaban algunas escaramuzas, quedando consolidado Felipe de Anjou bajo el título de Felipe V, estableciéndose la paz con el célebre Tratado de Utrech, que aunque se recuperó Alburquerque y otras plazas extremeñas, se perdió definitivamente Gibraltar, ocupada por los ingleses en 1704.

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