Cuaderno de bitácora de un viajero a lo pasado de la ciudad que le vio nacer. Pequeñas cápsulas del tiempo, pequeñas curiosidades que voy descubriendo en el papel de los libros y periódicos de aquellos que fueron testigos de otro tiempo, y que con estos artículos vuelven a la luz. Quedan invitados a acompañarme en este viaje.

domingo, 23 de diciembre de 2007


jueves, 13 de diciembre de 2007

La caldera del portugués ó el estandarte del Corpus. 1384. 3ª parte

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En las dos entradas anteriores habíamos visto lo que la tradición nos ha legado a través de los tiempos sobre el robo de un estandarte en Badajoz por el cavaleiro portugués João Paes Gago, en el día del Corpus de 1384.

Hemos hecho un análisis del contexto político que había en aquellos años y algún posible añadido o mezcla con la leyenda de João de Tição.

En esta ocasión vamos a ver otra leyenda paralela, que también se entremezcla con lo que ya habíamos visto.

Ahora nuestro protagonista será el héroe portugués Gil Fernández (Gil Fernandes).

Vamos a ir viendo como recoge Nicolás Díaz y Pérez la leyenda de Gil Fernández respecto al estandarte:

Era la poética noche de San Juan. Al mismo tiempo que dentro de la villa de Elvas la gente cristiana celebraba con canciones y músicas alrededor de las hogueras el nacimiento del precursor de Cristo, los moros que habitaban fuera de la villa, en el barrio de Almocôvar, celebraban también á su modo esta fiesta, corriendo cintas á caballo y quemando iluminarias.”

Las Hogueras de San Juan (Bautista) es una fiesta muy antigua para celebrar la que en sus orígenes era la noche más corta del año, la que va del 23 al 24 de junio en torno a hogueras purificadoras. En realidad la noche más corta, corresponde con el solsticio de verano, que actualmente es el 21 de Junio. Este desfase tiene que ver con el concilio de Nicea de 325. En el calendario Juliano se consideraba que el año tenía 365,25 días (en vez de 365,242189 días) y es por ello que había un año bisiesto cada 4 años, acumulándose un error de 11 minutos cada año. Esto se corrigió en gran parte en el concilio de Trento de 1582, con el calendario Gregoriano, que consideró que el año tenía 365,2425 días.

Uno de los éxitos de la propagación cristiana en el mundo fue su capacidad para absorber y transformar los antiguos ritos paganos. San Juan toma posesión del solsticio de verano porque fue imposible erradicar las ancestrales celebraciones solares.

San Lucas narra en su Evangelio que María, en los días siguientes a la Anunciación, fue a visitar a su prima Isabel cuando ésta se hallaba en el sexto mes de embarazo. Por lo tanto, fue fácil fijar la solemnidad del Bautista en el octavo mes de las candelas de junio, seis meses antes del nacimiento de Cristo.

Desde entonces se señaló esta noche como la de San Juan, muy próxima al solsticio de verano que ha heredado una serie de prácticas, ritos, tradiciones y costumbres cuyos orígenes son inmemoriales. Lo paradójico del asunto es que el 24 de junio se celebra la fecha del nacimiento del Bautista, que en realidad no debería festejarse, porque de los Santos siempre se recuerda el día de su muerte (único caso que yo sepa). La elección del 24 de Diciembre como la celebración del nacimiento de Jesús se hizo por el mismo motivo, para solapar los ritos del solsticio de invierno.

La celebración que estarían haciendo los "moros" sería la Ansara, rito berebere preislámico, donde encienden también hogueras que producen un denso humo, considerado protector de los campos.

Sigamos:

“Ocurría esto en 1384, poco tiempo después del levantamiento que hizo el maestre de Avis en defensa del reino lusitano y á tiempo que en las fronteras los adelantados promovían la defensa del país contra los preparativos del enemigo extranjero.”

Entremos con más detalle en los comienzos de la crisis dinástica portuguesa.

Ya vimos en la primera entrada que Fernando I muere el 22 de Octubre de 1383. En los acuerdos con los castellanos, a la muerte de éste sin hijo varón, reinaría Doña Beatriz, la reciente esposa de nuestro Juan I, hasta que tuvieran un hijo varón, que a los 14 años reinaría Portugal, mientras que Enrique, hijo de Juan I, reinaría en Castilla. Al ser aún menor de edad Doña Beatriz, asume la Regencia su madre y viuda de Fernando I, Doña Leonor Telles de Meneses, que no caía demasiado bien en Portugal, entre otras cosas porque al parecer estaba viviendo con su amante, Juan Fernández Andeiro, uno de los precursores del acuerdo con Castilla.

Empezaron las intrigas de palacio, que conllevaron al asesinato por parte del hermanastro bastardo de Fernando I, João de Avis, de Juan Fernández Andeiro y por parte del pueblo, el asesinato del Obispo de Lisboa, el 6 de Diciembre de 1383. El por entonces el maestre de Avis encabezó las revueltas en Lisboa en contra de los acuerdos sucesorios con Castilla.

Imaginaros la que se armó en Lisboa, teniendo Doña Leonor Telles que refugiarse en Alenquer y luego en Santarem. Proponen a João de Avis un matrimonio de conveniencia con Doña Leonor, y al no ser aceptado, ésta pide ayuda a su yerno Juan I para que ponga orden en Portugal.

Ante la inminente entrada de las tropas Castellanas en Portugal, una vez que João de Avis es nombrado Defensor y Regidor del reino por parte de los reaccionarios, encarga a Nuno Alvares Pereira la defensa del Alentejo.

Sigamos un poco con Gil Fernandes, después seguiremos con Alvares Pereira.

“Para poder ir a la Morería era menester salir de la villa, porque este barrio estaba separado de ella por el Outerio do Siso, el monasterio de Santo Domingo y la cerca vieja. Las murallas de Elvas, comenzadas en el reinado de D. Fernando, estaban lejos de concluirse, porque como este monarca hacía y deshacía las guerras con la misma facilidad con que aceptaba ó despedía novios para la infanta, su hija, no se trataba con interés de fomentar las obras, y por esto sólo había edificados algunos lienzos de la muralla que debían de ligar en todo el circuito á 23 fortísimas torres, que más tarde habrían de indicar cierto progreso deseado en el arte de la fortificación.”

Elvas fue definitivamente conquistada por los portugueses en 1227, bajo el reinado de Sancho II. Para los musulmanes que se mantuvieron en Elvas después de su conquista, en 1270, el rey Alfonso III destinó una zona o barrio extramuros donde deberían tener sus edificios públicos (mezquita etc…). La nueva muralla Fernandina dibujaba un tercer cinturón de murallas, que ampliaba enormemente el espacio intramuros, garantizando así zonas de cultivo intramuros para el abastecimiento en caso de cerco, quedando dentro incluso la necrópolis mudejar. (prodíamos debatir en los comentarios sobre si esto también pudo suceder en Badajoz)

"Outerio do Siso" lo podemos traducir como la Colina de Arriba, el monasterio de Santo Domingo se mandó construir en 1267 (en aquellos años extramuros) sobre la anterior iglesia de Santa María de los Mártires,

“El alcaide mayor Gil Fernández, y otros muchos caballeros que de antiguo habían tomado parte en las guerras de Castilla que a diario se suscitaban entre los pueblos de la frontera, quisieron ir a las fiestas de Almocôvar. Las circunstancias aconsejaban ser prudentes ante los castellanos fronteros, pero en aquel entonces más, porque ardía la guerra entre uno y otro pueblo, y el alcaide mayor no debía abandonar bajo ningún pretexto la plaza que le estaba confiada; pero Gil Fernández, a quien los peligros no le intimidaban, no quiso privarse del gozo de producirle la fiesta y a ella se fue con denodado valor. Para desvanecer los recelos, a los que trataban de disuadirle de su intento, les decía que procurasen cerrar las puertas de sus casas y vigilarlas bien para contar sus celdas aseguradas, y que en cuanto a él tocaba, razones bastantes tenía para creer que no habría emboscada por parte de los castellanos, pues ellos habrían de salir peor librados en la contienda, y partió a Almocôvar.”

La palabra Almocôvar se puede traducir en este caso como "lugar alto" (proveniente del árabe Al Mocovara).

Sería demasiado largo contar aquí las peripecias de este héroe elvense, que ya se le conocía en Badajoz desde las razias que realizaba por tierras pacenses desde la primera guerra con Fernando I, llegando su osadía hasta adentrarse en tierras de Medellín en 1369 para robar ganado, o sus luchas contra Campo Mayor y Olivenza, partidarias de los castellanos en esta crisis sucesoria portuguesa. Al final de la entrada, si me quedan fuerzas, comentaremos alguna peripecia suya por Badajoz.

“Los temores de los de dentro de la villa no tardaron en tener algún fundamento. Aun Gil Fernández con los demás caballeros que le seguían, no habían atravesado la explanada del monte, antes de llegar al fin de su vertiente, cuando toparon con gran número de caballeros castellanos que galopaban sobre briosos caballos, alumbrados por la blanca luna que reflejaba en sus rayos sobre los pulidos arneses y los yelmos de finísimo acero toledano."
Recapitulemos un momento.

La leyenda de la caldera la hemos situado en el día del Corpus de 1384, que según mis cálculos pudo ser el día 10 de Junio.

Los sucesos del estandarte de Gil Fernández lo sitúan el día de San Juan, es decir, el 24 de junio, dos semanas después del Corpus.

Para que sean diferentes y compatibles estas dos historias tuvo que pasar algo en estas dos semanas, ya que en San Juan el alcalde era Gil Fernández, pero en la historia de la caldera, dos semanas antes, no es posible o bastante dudable. Otra alternativa sería situar la leyenda de la caldera del portugués no en este año, sino en 1383, después de las bodas entre Juan I y Doña Beatriz.

Es necesario volver a ver que estaba pasando en la crisis sucesoria de Portugal, para ver, si con calzador, encajan estas dos historias en este año.

Quedamos en que João de Avis encarga a Nuno Alvares Pereira la defensa del Alentejo.

Las huestes de Nuno Alvares Pereira se encontraban en Estremoz cuando los Castellanos ya habían llegado a Crato. El primer choque con los castellanos se produce a media legua al sur de la villa de Fronteira (a menos de 50 kilómetros al noroeste de Elvas). Es el 6 de Abril de 1384, la batalla se produce en la heredade de Atoleiros, saliendo vencedor los seguidores del maestre de Avis. Esta batalla no tuvo mucha importancia desde el punto de vista militar, pero sí psicológica.



Y entre los protagonistas de esta batalla ¿a que no sabéis quien estaban?

Entre las huestes de Alvares Pereira estaba el que fue durante mucho tiempo su fiel escudero, Gil Fernandes.

¿y entre las fuerzas castellanas quien estaba?

El alcalde de Elvas, que por avatares de la vida era uno de los dos hermanos de Alvares Pereira fieles a Doña Beatriz: Pedro Alvares Pereira.

Sigamos un poco más…

"Gil Fernández golpeó a su caballo, y adivinando al punto que no venían los castellanos a las fiestas, y que sus deseos eran buscar combatientes, detúvose el tiempo preciso para reunir precipitadamente a sus escuderos y hombres de armas, y ya juntos todos, apretando los acicates sobre los caballos y desnudando las espadas, arremetieron en masa sobre el enemigo que al punto cedió por el centro, y el alférez que en él estaba se dejó arrebatar el pendón de Castilla que traía su mano, pasando a las de Gil Fernández. Los caballeros portugueses siguieron acosando a los castellanos, espada en mano y por largo tiempo, en tanto que el alcaide mayor partió hasta los muros de Elvas, a todo correr de su caballo, y ya frente a ellos, arrojó para dentro de la villa y por cima de los muros, el estandarte castellano, tornando a galope a buscar de nuevo a los caballeros portugueses que resistían valerosamente en su puesto al enemigo, hasta que retirándose los castellanos, tornáronse a la villa los portugueses, guardando sus espadas, que raro era el día que no se envainaban teñidas en sangre."

Nos habíamos quedado en que el alcalde mayor de Elvas, Pedro Alvares, fue partidario de Doña Beatriz y de Castilla, hasta el punto de luchar contra su hermano.

En fecha que no he podido encontrar, por más que he buscado y leído, el pueblo de Elvas se sublevó contra su alcalde.

¿y quien encabezó esas rebelión?

El que comandó el asalto a la fortaleza fue Gil Fernandes, apresando a su alcalde, que al ser el hermano de Nuno Alvares, tuvo que salvarlo del pueblo enfurecido. A partir de entonces Nuno Alvares le nombró alcalde mayor de Elvas.

Para que todo encajara esto tuvo que ser entre al día del Corpus y San Juan, en pleno cerco de Lisboa por parte del ejército Castellano, después de que una vez llegados los castellanos a Santarem, donde estaba Doña Leonor, le "convenciesen" para que abdicase en el rey castellano Juan I, tomando así las armas de Castilla y Portugal.

Según esta leyenda descrita por Nicolás Díaz y Pérez, después de la muerte de Gil Fernández, quisieron los de Elvas eternizar la memoria de aquél, para ellos, glorioso hecho, y desde entonces celebraban todos los años su aniversario, trasladándose procesionalmente al alto del Outerio do Siso, desde donde se divisa Badajoz, y entre otras ceremonias, una de ellas era enarbolar varias veces el pendón castellano para que lo viesen desde Badajoz, mostrándole así a los castellanos el trofeo victorioso de la refriega tenida en la noche de San Juan de 1384, en cuyo encuentro los caballeros castellanos hicieron una retirada tan poco honrosa, pues como cuenta un cronista portugués del siglo XVI:

“Tendo vindo a buscar honra, só levaram vergonha.”

Consta también por referencias encontradas en crónicas antiguas de Elvas, que en las fiestas de San Juan, desde la muerte de Gil Fernández, la nobleza de la villa cabalgando sobre briosos caballos y con lujosas armas, acompañaba al pendón castellano; había escaramuzas de fuegos artificiales y simulacros de guerra, y otras muchas fiestas, con admiración de los vecinos de Elvas y de sus pueblos inmediatos.

Desde aquel tiempo y hasta el siglo XVI entregaban los vecinos de Elvas el pendón castellano al caballero que lo custodiaba en su casa, en medio de las mayores ceremonias, arrojándoselo por la muralla que Gil Fernández lo lanzó a la villa, y le decían:

¿Defenderéis este pendâo que Gil Fernandes ganhou aos castelhanos?. Defenderei
¿Fazeis pleito e homenagem, a foro de bom portuguez , de o nâo largar sem perder a vida? Sy
Pois com esta condiçao vol-o entregamos.

Según Sebastião de Sousa Dantas Caracho, desde 1580 (invasión de Felipe II) se suprimió la ceremonia de mostrar el pendón a los castellanos, y se guardó en la casa del Ayuntamiento; pero el día de San Juan lo paseaba por las calles el concejal más joven de la villa. Esta misma costumbre, como la de celebrarse en Elvas con gran pomba la victoria de Albujarrota (14 de agosto de 1385), fue abolida durante la dominación española, restaurándose más tarde las mismas ceremonias, cuando la restauración portuguesa; pero la fiesta de San Juan, propiamente dicha, quedó suprimida el año de 1707 en que cayó tal día en vísperas de la festividad del Corpus Christi, y prosiguiendo la falta de entusiasmo por las ceremonias del pendón castellano, pasaron a celebrarse juntas con la del Corpus Christi.

Ésta es una posible explicación a la fusión de las leyendas de Juan Páez Gago y Gil Fernández en el mismo día (el del Corpus): los pacenses aporreando el caldero delante de la muralla de los elvenses, los cuales contestaban agitando el estandarte en lo alto de sus murallas… es decir la posible fusión o mezcla de la leyenda de la caldera del portugués y el estandarte del Corpus.

Hay algunos autores portugueses como José de Torres que dicen que el protagonista que vimos en la 1ª parte de esta trilogía de entradas, era Gil Fernández en vez de Páez Gago, aunque esto no pudo ser posible ya que Gil Fernández estuvo luchando contra los castellanos incluso en la batalla de Valverde de Mérida de Octubre de 1385.

La captura del estandarte castellano por parte de Gil Fernandes pudo estar relacionada con el cerco posterior de 25 días que sufrió Elvas. Seguramente entonces los "caballeros castellanos que galopaban sobre briosos caballos, alumbrados por la blanca luna que reflejaba en sus rayos sobre los pulidos arneses y los yelmos de finísimo acero toledano" que se dirigieran a Elvas pudieron venir del noroeste y no de Badajoz, procedentes de las fuerzas Castellanas que intentaban cercar Lisboa por mar y tierra (el cerco tuvo que abandonarse el 3 de septiembre de 1384 a causa de la plaga de peste)

Aún hoy se discute el origen del escudo de la ciudad Elvas, existiendo una corriente que dice que tiene que ver con Gil Fernandes, aunque la mezcla de todas estas leyendas es evidente.

Dentro de la historiografía portuguesa tenemos el ejemplo de Ignacio de Villena Barbosa (1811-1890):

"Tem por brasão d'armas um escudo coroado, e n'elle, em campo vermelho, um guerreiro a cavallo, todo armado, empunhando na mão direita o estandarte das quinas portuguezas. Commemora este brasão a acção audaciosa de um cavalleiro portuguez, que n'um dia de funcção publica em Badajoz, entrou n'esta cidade, e arremettendo por meio do povo, ousou apossar-se do estandarte castelhano, e correndo com elle na mão até junto das muralhas d'EIvas, conseguiu arremeçal-o para dentro da praça, onde não entrou porque os castelhanos, que o perseguiam, lh'o impediram com a morte."

Otra de las corrientes y por la que yo me inclino, es que el caballero del escudo puede representar a Sancho II, conquistador de la ciudad en 1227.

Tenía pensado acabar esta entrada con otra historia de Gil Fernandes, donde esta vez si llega a Badajoz, con una referencia a la Torre de las Palomas…

Pero debido a la exagerada, y quizás pesada y liosa entrada que doy por terminada, la dejaremos para una 4ª parte…

domingo, 2 de diciembre de 2007

La caldera del portugués ó el estandarte del Corpus. 1384. 2ª parte


Nos habíamos quedado en la 1ª parte de esta historia…

“Viendo indignado el valeroso Juan Páez Gago que en breve le alcanzarían las espadas y lanzas enemigas, no temió su vida, y arrogando el glorioso estandarte por encima de las murallas, exclamó cayendo sobre su rendido caballo en el foso: ¡Morra o homem!… ¡Fique a fama…!

Entonces se lanzaron sobre él todos los españoles, hiriéndole en su cuerpo con espadas y lanzas, le llevaron a Badajoz, donde le dieron muerte arrojándolo en una caldera de aceite hirviendo."

Toda leyenda nace de un hecho real, pero con el paso de las generaciones se le van añadiendo o magnificando algunos aspectos que van transformando la historia.

Nuestra historia acaba con los pacenses aporreando el caldero delante de la muralla de los elvenses, los cuales contestaban agitando el estandarte en lo alto de sus murallas.

Veamos las fuentes portuguesas a ver si nos dan alguna luz o sombra sobre este suceso…

Numerosas son las fuentes que mezclan la leyenda castellana con las suyas propias.

Dentro de las versiones elvenses nos encontramos primeramente con una diferencia, el estandarte no es de Badajoz o castellano, sino que es portugués:

certo cavaleiro português foi a Badajoz no dia em que ali se realizava a procissão de Corpo de Deus, e arrancara das mãos do espanhol, que levava o alçado, um estandarte nosso que estava em poder dos habitantes daquela cidade fronteiriça"

En esta versión el gobernador de Elvas promete el puesto de general o el gobierno de su plaza fuerte a quien fuera capaz de ir a Badajoz y arrancar a los españoles el estandarte portugués y lo trajese consigo.

Una segunda versión nos habla que el gobernador de Elvas no veía con buenos ojos el enamoramiento de su hija con un oficial suyo, diciéndole que sólo le daría la mano de su hija a aquel caballero que fuera ilustre de un gran hecho de armas, refiriéndose a la hipótesis de recuperar el estandarte robado a Portugal.

En las dos versiones, sea por la razón que sea, el gobernador de Elvas les cierra las puertas, muriendo el caballero a manos de los españoles, no sin antes, haber recuperado el estandarte.

Ahora vayamos con la frase que atribuíamos a Juan Páez Gago (o João Paes Gago para los portugueses) cayendo sobre el foso:

¡Morra o homem!… ¡Fique a fama!...

Estas palabras en Portugal han llegado a la cota de proverbio.

¿De donde pueden provenir estas palabras?

Viajemos a la villa portuguesa de Trancoso, al norte de Guardia, a la altura de Ciudad Rodrigo…

Se le atribuyen a João de Tição en el transcurso de uno de los cercos que tuvo Trancoso tras su conquista por Alfonso Henríquez en 1160. João de Tição, según cuentan, dijo estas palabras antes de arrojar, dentro del castillo, el pendón conquistado a los moros.

Veamos la similitud con nuestra historia de Páez Gago, resumidamente:

João Tição era uno de los soldados que defendían el castillo de Trancoso.

Salió del castillo por la noche sigilosamente sobre su caballo hacia el campamento de los moros, que se encontraba a una legua.

Consiguió burlar a los centinelas, apoderándose de su bandera que ondeaba en lo alto de una tienda, partiendo velozmente en dirección al castillo.

Dándose la voz de alarma salieron los moros tras él.

Llegando al castillo, los centinelas vieron a un jinete con la bandera mora y no abrieron la puerta.

Viendo João Tição que se le acercaban sus perseguidores, dando una palmada en la grupa su caballo saltó sobre el foso gritando:

“Salta, cavalo! Morra o homem, fique a fama!”

La bandera la lanzó dentro de las murallas y los moros lo descuartizaron.

En otra versión, se dice que al no abrirle las puertas del castillo y tras lanzar la bandera dentro de las murallas huyó hacia el “valle del moro”, donde fue atrapado, troceado y quemado en aceite hirviendo.

Dejaremos para una 3ª parte la leyenda del caballero portugués Gil Fernández (o Gil Fernandes en portugués) que se entremezcla con la de Páez Gago…