Cuaderno de bitácora de un viajero a lo pasado de la ciudad que le vio nacer. Pequeñas cápsulas del tiempo, pequeñas curiosidades que voy descubriendo en el papel de los libros y periódicos de aquellos que fueron testigos de otro tiempo, y que con estos artículos vuelven a la luz. Quedan invitados a acompañarme en este viaje.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Tras las huellas de San Pedro de Alcántara en Badajoz.

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Para este viaje, vamos a acompañar a Ángeles Morán Márquez, que nos ha legado en su libro "Nombres claros de Extremadura", publicado a comienzos de 1915, una colección de biografías y semblanzas, delineadas con aquellos relieves más acentuados y más a propósito, para dejar grabadas en las tiernas imaginaciones de los pequeños escolares, las figuras de aquellos grandes hombres que honraron la historia de Extremadura, y cuyos nombres decoran hoy las calles de esta capital.

La existencia de este libro se la debemos a nuestro Ayuntamiento, que para la celebración de los juegos florales que organizó el Ateneo de Badajoz en 1914, dotó a las escuelas de esta capital de un libro de lecturas donde se pusieran, con vigorosos contornos, ante la imaginación de los niños, las figuras de los grandes hombres que han llenado de días gloriosos el transcurso de la historia de Extremadura.

Imaginemos que estamos en los comienzos del siglo XX, dando un paseo con Doña Ángeles por los parajes donde anduvo San Pedro de Alcántara en Badajoz, cuando no existía ni el barrio de Antonio Domínguez ni el del Cerro de Reyes, cuando Badajoz aún quedaba lejos dentro de sus murallas…

"Poco antes de verter en Rivilla sus escasas aguas el arroyuelo Calamón, pasa por una hondonada fresca y pintoresca; allí lo atraviesa un puente estrecho, desvencijado y musgoso.


Los viejos del lugar suelen denominar a este puente el Puente de los Frailes. En las dos eminencias del terreno, que forman la hondonada del río, se ven grandes hoyos, como de haber sacado tierra o piedra para edificaciones; y aquellas hoquedades se conocen aún por el nombre de Hoyos de los Mártires. Pasado el puente y dirigiéndonos río arriba, encontramos pronto unos paredones, no muy altos ya, pero largos y gruesos, sin traza de cerca rural, sino con señales evidentes de haber sido base de una edificación mayor.

-Dicen que ahí estuvo el convento de los frailes que hicieron el puente-, me dijo en una ocasión, al ver mi perplejidad ante aquellos restos de muro, un anciano campesino que a la sazón pasaba por aquel sitio.

Mirando, río abajo, se divisa desde allí, como una cinta blanca que corta el verde de una ladera, la carretera de Sevilla, que a poco más de dos kilómetros, atraviesa otro arroyuelo -también afluyente del Rivilla-, mediante un corto puente que todos conocemos como con el nombre de San Gabriel, tomado del riachuelo que discurre por su ojo único entre verdes cañaverales y altos álamos. En estos nombres y en estos parajes hay huellas venerables de un varón insigne por su santidad, que, hace cerca de cuatro siglos, edificó a los hijos de Badajoz, durante varios años con el ejemplo de sus virtudes.

En efecto, en aquel paraje, donde todavía persisten los paredones mencionados, no ha habido nunca un convento, sino la llamada ermita de los Mártires, con algunas habitaciones, escasas y no muy amplias, destinadas a santeros o ermitaños; pero allá por el año 1519 esas habitaciones se encontraban habitadas por un corto número de frailes descalzos que habían hecho, desde aquel retiro angosto, llegar a todos los ámbitos de la ciudad el aroma de sus virtudes.

Entre todos ellos se distinguía un joven como de veinte años, cuya probada santidad había hecho que los superiores de la Orden lo designaran como guardián, a pesar de su juventud y de no haber recibido las órdenes sagradas.

Veamos cuál era la causa de que se encontraran allí estos religiosos.

Vivía por entonces en Badajoz un noble caballero llamado D. Gome Hernández de Solís, casado con una dama de no menos esclarecido linaje, llamada Dª Catalina de Silva. Ambos cónyuges, poseedores de gran fortuna y llenos sus corazones de piedad y celo religiosos, quisieron consagrar al bien de las almas gran parte de su caudal, fundando, en las cercanías de Badajoz, un monasterio de Franciscanos.

Cabalmente por aquellos días, el dos de Julio de aquel año, se había constituido la Orden en la Provincia de Extremadura y eligiéndose como primer Provincial al virtuoso Fr. Ángel de Valladolid, el cual, conocidos los deseos del piadoso matrimonio de Badajoz, se apresuró a escoger alguno de los más ejemplares, entre sus religiosos, para que se encargaran de la fundación.

Entre ellos, y a su frente, venía el piadoso joven a que antes nos referimos. Había nacido de la noble familia de los Garabitos y Sanabrias, de Alcántara. […]

Su nombre era Pedro; había estudiado leyes en Salamanca y su vocación ardiente le llevó a los 15 años, a tomar el hábito de la orden en el Eremitorio de Majarrete, a una legua de su pueblo natal. Cinco años llevaba en religión, veinte contaba de edad, y ya el fuego divino de su fervor despedía fulgores que indujeron a su prelado a confiarle misión tan delicada como la fundación que en Badajoz solicitaba la piedad de D. Gome Solís, cabiéndole a esta ciudad la gloria de tener la primera fundación del Santo de Alcántara.

El convento nuevo se edificó en la meseta no muy amplia que hay a la falda de una colina, situada a unos dos kilómetros del mencionado puente, arroyo arriba, y en su margen izquierda. Todavía subsiste la edificación, reformada ya, y convertida en depósito de pólvora de la guarnición; y a lado del edificio, bajando la colina, está la huerta, donde el Santo se retiraba a orar junto a una capilla que allí se levantó bajo la advocación de San Juan Evangelista.

[…]

Dos años duró la fábrica; durante ellos, aquel santo joven y sus compañeros residieron en la ermita de los Mártires, desde donde a diario iban a la obra del convento atravesando aquellos campos, muchas veces llevando a sus hombros pesados materiales, necesarios para la edificación. La fama de sus virtudes se extendió de tal modo en Badajoz, que no sólo los devotos patronos de la nueva fundación, sino todos los vecinos de la ciudad, acudían a la ermita a diario con objeto de contemplar los raptos de aquella piedad sublime y pedir al joven religioso el consuelo con sus consejos y enseñanzas en todas las tribulaciones de la vida.

[…]

He aquí por qué decíamos arriba que todos esos parajes estaban llenos de las huellas y los recuerdos de aquel Santo bendito; porque, desde la ermita de los Mártires hasta el Polvorín, fueron durante aquellos años, todos los contornos regados con los ejemplos de piedad y abnegación heróica, de caridad fervorosa que fluían a raudales del corazón de este insigne hijo de Extremadura, y los tiempos, que han obscurecido los recuerdos y han arruinado o modificado las edificaciones, no han borrado esos nombres que sirven, como de hitos, para desenterrar la historia de los sucesos. El nombre de los Mártires, desaparecida la ermita, queda vagando por aquellos contornos y se refugia en los hoyos de donde se sacó el material para la edificación.

La huella de aquellos frailes benditos, tan grabada quedó en aquellos sitios, que todavía se conservan en el nombre que los viejos dan al puente, u el nombre titular del convento que el Santo fundó, San Gabriel, queda aún flotando sobre las hondas del arroyuelo que fecunda aquellos campos, lamiendo la colina donde el convento se levantaba y regando su huerta."

[...]

25 comentarios:

Anónimo dijo...

Ángeles Moran fue la Directora de la Escuela Normal en 1904 (calle del pozo o menacho), fecha del libreto que desempolvas y que Vicente Carrasco intenta que se reedite. Es importante destacar los nombres que cita y que en tan poco tiempo transcurrido nos parecen lejanos, cuando son partes de nuestra historia demasiado reciente. “Puente de los Frailes” nos dice la directora refiriéndose al que recientemente conocíamos como Puente de las Brujas o de Calamón, aunque documentalmente fue más conocido como el puente de los Martires. Lo han tirado hace muy poco tiempo. Estaría viejo... “Convento de los frailes“ era la Ermita de los Martires (1311), y que utilizaron los Franciscanos Descalzos mientras se construía el Convento de San Gabriel (1519) en la aldea de la Mañoca que se situaba junto a un afluente del Rivillas. Referente al nombre de “Rivillas”, recordar lo que nos dice Pascual Madoz en su Diccionario: “Rivillas toma este nombre abreviado del de Riverillas por componerse de otros 3 llamados Calamón, Valdesevilla y Tresarroyos, los que uniéndose en el molino de la tarasca, a tiro de fusil de la ciudad...”
Hoy, lo que eran las canteras de los Martires en el cerrillo de los Martires con la ermita y el puente, se ha convertido en el Cerro de Reyes, nombre del propietario de estas tierras a mediados del siglo pasado. Como siempre Badajoz da la espalda a su historia, nada que referencie a una ermita que como otras, empezó su decadencia y destrucción con los asedios portugueses.

Anónimo dijo...

No te preocupes, creo que tienen previsto reproducir el puente en alguna rotonda. Parace ser que las rotondas es la solución a todos los problemas...

Ya de paso podrían reproducir también la "fuente de los alunados" en otra rotonda, pero de esta fuente no han hecho fotos.

El que ha tenido suerte de momento es el puente de San Gabriel al enderezar la carretera de Sevilla y de momento no estorba.

Pero, en fin, voy a aprovechar para contar de donde viene el nombre de la "fuente de los alunados" por si le da a alguien por leernos.

Según la tradición en esta fuente era donde los hermanos Ladjar, moros conversos, ahogaban a los judios en las noches de luna llena.

Mamen Alegre dijo...

¿Cómo que si a alguien le da por leernos?.
Me parece interesantísimo todo lo que escribes aquí de mi querida ciudad, no voy a tardar nada en contar el descubrimiento que he hecho.
Felicidades, es un gran trabajo.
Mamen.

Anónimo dijo...

El antiguo convento, aunque muy cambiado, aún existe y es propiedad de un particular que dentro de sus posibilidades intenta conservarlo.
En su interior aún podemos ver parte de la ermita dedicada a San Juan y en esa ermita a mano derecha, según se entra, hay unos restos de un fresco posiblemente el mismo que los historiadores dicen que pintó Luis de Morales "el Divino". También existe todavía el pozo-noria que se construyó con la ayuda del Rey Felipe II.
Sería buena cosa que algún día gente experta en el tema o con conocimientos de arqueología (y no miro a nadie, Julián) se hiciera un boceto tomando como referencia los muros que están semienterrados y poder hacernos así una idea más o menos acertada de cómo pudo ser aquel convento (refectorio, dormitorios, iglesia, claustro, etc). Su actual dueño, no sólo está dispuesto a colaborar sino que lo haría con mucho gusto, y me consta.
Como dato curioso hay que decir que subiendo hacia los Montitos y cogiendo el camino que va hacia San Isidro o Tres Arroyos, a mano derecha, a unos metros del camino, hay una parcela cercada en la que como poste de sujeción de la cerca se puede ver una columna de mármol o de granito, no recuerdo bien. Yo, particularmente, estoy convencido que pertenecía al claustro de dicho convento.

Anónimo dijo...

Referente a “La fuente de los Alunados” os recomiendo la lectura de “Album de cuentos y Leyendas Tradicionales de Extremadura” de Eloy Martos Nuñez donde escribe esta leyenda en conexión con el monstruo de la tarasca. Porque sabréis que el molino de la tarasca tenía un monstruo ¿No?. Además cuando la procesión del corpus pasaba por Puerta Trinidad, los jóvenes abandonaban la procesión e iban al molino a buscar al monstruo. Tras beber mucho el monstruo aparecía. Este incipiente botellón acabó al cambiar el recorrido de la procesión por mandato de un obispo. Otro obispo fue el “culpable” de modificar el trazado de la carretera de Olivenza y desviarla del cementerio, pues antes pasaba por la puerta. Cierto, pues los jóvenes venían “llenos de copas” de merchan y Corazon de Jesús y era triste ver cruzar las carrozas de jóvenes borrachuzos con la comitiva fúnebre, pues algún problema ya se había dado. El molino de la Tarasca fue muy popular en Badajoz. Aún se conserva semienterrado y creo que lo van a adecentar. YO NO ME LO CREO. ¿no tendrán los políticos miedo al monstruo?

Anónimo dijo...

Malegar dices cosas muy bonitas en tu blog, “el zumo que resulta de los fuertes abrazos”, tienes una sensibilidad exquisita. Para ti estas cosas sobre la Ermita de los Mártires y que te permita inspitrarte:

” Parece que era de modesto aspecto, aunque de pretensión artística. Su portada de ojival apuntado, con templete gótico coronado de cretería, era elegante. A los costados elevándose, dos modestos torreones, donde se veían dos campanas. El edificio era pequeño, rodeado todo él de gradas...” .

En septiembre de 1658 es tomada por los portugueses y proceden a reformarla para utilizarla como defensa:
“... Mudaron la puerta azia el çerro de las mayas, y le pussieron una estacada, y a la noche se retiraron quedando alli hombres...”. El plano del portugues Joao Tomás Correa la denomina fuerte de los Mártires.

...Ahora la miro en silencio, y con mis manos cansadas intento devolverle poco a poco la calma, la presencia y el calor que depositaba a mi lado, cuando yo era tan sólo una pequeña hilacha de su vestido... impresionante, un beso.

Anónimo dijo...

Se me ocurre que el nombre de la fuente puede estar en relación con algunas prácticas paramédicas destinadas a sanar a los alunados (bajo el influjo negativo de la Luna). Aunque hoy sorprenda era, junto con el mal de ojo, uno de los males más temidos. Para estar libre de estos males existían amuletos específicos y quizá también se emplearon preparados con el agua de esta fuente como remedio para los alunados.

Anónimo dijo...

La Orden de Frailes Menores popularmente conocida como Franciscanos, estaba constituida por dos familias distintas bajo un único Ministro General:
1.- Por una parte los frailes Conventuales (los ricos) que habitaban en grandes conventos o templos se permitían ciertas dispensas dentro de la Orden respecto a la pobreza, aceptando posesiones, rentas y legados fijos.
2.- Los frailes Observantes o descalzos (los pobres) exigían la práctica rigurosa de la regla, renunciando a la propiedad y viviendo en pequeñas y sencillas ermitas.

Los Franciscanos en el territorio extremeño dependían de la Provincia de Santiago de Compostela hasta el año 1519 que se funda la provincia franciscana de San Gabriel.

En Badajoz el Convento de San Francisco, perteneciente a los Conventuales, se funda en 1332. Cuando los Observantes quieren construir un convento a las afueras de Badajoz, los de San Francisco se niegan en rotundo alegando que un convento franciscano era suficiente para Badajoz y los franciscanos Observantes no logran crear el convento de San Gabriel hasta 1521. Dedicado a casa de noviciado o de formación, será aquí donde San Pedro de Alcántara fue ordenado sacerdote en 1524. Como hospedería fue lugar de retiro de los Obispos “pacenses” durante la Semana Santa y había la costumbre de hospedarse los Obispos el día anterior a la toma de posesión, que salían en solemne procesión hasta Badajoz. Felipe II y su sequito se hospedaron aquí para celebrar el 53 cumpleaños del Rey. Debió ser la loteria primitiva para los descalzos pues entre los mucho regalos que recibieron les permitió fabricar una gran cisterna. Creo que aún existe y es la que con tanto esmero cuida su actual dueño, hoy convertida en alberca.

Mamen Alegre dijo...

Gracias Manuel, por tus comentarios, y tu regalo para mi inspiración.
He escrito un modesto poema sobre la Ermita de los Mártires, ese es el mío.

Un saludo, os sigo leyendo.

Anónimo dijo...

¿Por qué borras, Badajoz, la estela de tu vida anterior?
Aqui teneis el poema que malegar nos ofrece contra el olvido, en este caso, de la ermita de los Martires y que está sacado de su blog. Mucha suerte y muchas gracias, te seguiremos.

Me contaron que un día
existió la Ermita de los Mártires.

Pequeña, rodeada de gradas,
dos modestos torreones
dos campanas
y su portada ojival.

Puedo imaginarla
tal y como la describen,
de aspecto modesto
y pretensión artística,
elegante el templete gótico
su adorno de cetrería.

Puedo imaginar también
quienes la moraban
cómo caminaban
y quizás sus ropas
y sus manos.

Pero nunca más podré.
imaginar nuestro pasado,
acariciando sus muros.

Ni soñar con otros tiempos
recreando la mirada
desde ella, hacia
El cerro de los mayas.

Porque no la destruyó
la mano del hombre
ni las tormentas
ni el frío
ni la lluvia.

Dicen que fue el olvido
el que la arrancó
de nuestras memorias
erosionando la vista
de los que pasaban.

Y es por esto
por lo que hoy sabemos
que es el olvido, el peor
de los desastres
naturales.

Anónimo dijo...

Bienvenida Malegar

Una grata sorpresa tu blog. El cual recomiendo http://poesiaalsol.blogspot.com. Un nuevo aire fresco. Cuanta fuerza y generosidad debes de tener para poder dar un poquito de ti en cada poema sin que te consumas en ello.

Felicidades y gracias por darnos la oportunidad de leerte

En cuanto a Manuel. Como ya va siendo habitual te sigues superando día a día. Todo un lujo tenerte en el blog.

Me consta que muchos de nuestros visitantes entran para poder leer vuestros comentarios (Manuel, Pilo, Julián…)

Pilo, ya puedes estar organizando la excursión al Polvorín. Lo conocí hace ahora unos 10 años y la verdad es que no aproveché la visita como la aprovecharía hoy.

Anónimo dijo...

Muchos han sido los cronistas que han hablado sobre el convento de San Gabriel. Si se me permite, y como curiosidad expondré lo que dice Ascensio Morales en CRISI HISTÓRICA DE LA CIUDAD DE BADAJOZ.:

Año 1520 a solicitud de esta Ciudad y del referido Prelado (se refiere a Alonso Manrique que antes había sido obispo de Badajoz y en ese año de 1520 era arzobispo de Sevilla) se fundó como a media legua de distancia el Convento de Descalzos, con título de San Gabriel; habiendo dado el Obispo la Hermita (sic) de los Mártires, que era la Iglesia Parroquial antigua de la Aldea de la Mañoca, que había tenido allí su situación, y costearon la obra Gómez Hernández de Solís y su muger (sic) Dª Catalina de Silva, los cuales por no tener sucesión, dedicaron todos sus muchos bienes a obras de piedad; pues además de la fundación de este Convento, donde consta por su sepultura se enterraron, edificaron el de Santo Domingo de esta ciudad y la Capilla Mayor de S. Agustín.

Es decir, que este matrimonio, muy poderoso económicamente hablando en su época, fueron enterrados en dicho convento de San Gabriel.

Ya puestos, y como me ha costado un trabajo enorme buscar en mis archivos estos libros, si me lo permiten, aunque nada tenga que ver con el convento de San Gabriel, pero sí con la fascinante Historia de Badajoz, abusando de la paciencia de Fernando y de los lectores, quisiera exponer una caso curioso y creo que poco conocido, que relata Gil González Dávila en TEATRO ECLESIÁSTICO DE LA CIUDAD Y SANTA IGLESA DE BADAJOZ sobre un duelo entre un caballero español (Lope Montero) y otro portugués (Lorenzo Pérez Nayterón) en el año 1468:

El caso fue que en aquel reino (Portugal) corrió voz que don Alonso, su rey, había de reinar en Castilla. Lope Montero envió a contradecirlo, afirmando pertenecía al rey don Fernando por ser marido de doña Isabel, hija verdadera sin mácula del rey don Juan de Castilla. Así lo hizo saber a las villas de Yelves (Elvas), Olivenza y Campomayor y a las otras ciudades del reino de Portugal, prefiriéndose que el que dijese otra cosa se le haría conocer que no decía verdad y lo mantendría en campo y le haría desdecir en la demanda. Salió al reto Lorenzo Pérez Nayterón, natural de Yelves. Pusieron sus condiciones. El portugués señaló las armas, caballo, corazas, faldas, gozetas, capacetes, baberas, guilates, manoplas, espadas y puñales y lanzas de veinte palmos y el campo en las Eslas de Hernán-Pinto, a una legua de Yelves y dos de Badajoz. Lope Montero señaló el día de la lid, que fue el de San Bernabé, a once de junio, que fue en jueves. Llegó el día y fueron con sus padrinos y escribanos. Lope Montero (dice la relación del caso que) oyó Misa primero en el monasterio de la Santísima Trinidad. Llegados al campo concertaron los padrinos que el vencedor llevase sola la espada del vencido, y no más. Dióse seguridad por ambas partes que acabado el debate, los demás se pudiesen ir seguros, fin de recibir desaguisado alguno. Fueles partido el sol y requeridos si traían más armas de las señaladas. Y puestos en su fecho, Montero hacia Badajoz: Rogó a Dios, que como llevaba la verdad le ayudase, y mostrase su milagro y tomó por su abogado a Santiago y a San Lázaro y el portugués a San jorge. Y repetida la razón del reto se encontraron. Al principio mostró el portugués valor, que le hirió a Montero el caballo y le dio algunos golpes fuertes. Más Montero, no aprovechándose de la lanza, echó mano a la espada y dio una herida al portugués en la frente, otra en la mano, otra en la pierna derecha y otra en la pantorrilla, con que comenzó a desmayar y salió huyendo del campo y a decir a voz en grito: No me desdigo de lo que dicho tengo muchas veces. Montero fue tras él y le pudiera cortar la cabeza y llamó por testigos de ambas partes y le tomó la espada de la mano en señal de vencimiento, con que volvió a Badajoz acompañado de sus gentes y padrino, que se llamaba Alonso de Villanueva y el escribano Hernando de Montealegre y entró en Badajoz victorioso, donde fue recibido del Conde de Feria, de la nobleza y del resto de la ciudad, que celebraron el valor de Montero y el suceso se su reto. Por este hecho, el rey católico dio a Lope Montero seis mil maravedíes de renta sobre las alcabalas de la torre y Almendral y que pusiese en su escudo un brazo armado asido a una espada por los filos y un león tirando de ella. Los papeles de este hecho están en poder de Pedro Vázquez Villanueva Chávez, Regidor de Badajoz, cuyo cuarto abuelo fue Lope Montero.

Como ven una interesante historia.

Anónimo dijo...

Gracias Fernando.

Que cuente Pilo donde hubo otro duelo en la plaza alta y como estamos hablando de conventos Franciscanos que Julián nos comente algo sobre el pozo de San Antonio de Badajoz.
¿Donde estaría ese pozo?

Anónimo dijo...

Julián otra gracia del tirano de San Germán. Nos dice Fray Hipólito Ámez Prieto en su libro de Conventos de San Gabriel, que durante la guerra de restauración, concretamente el 13 de Junio de 1658, una avanzada de portugueses entran en el convento de San Gabriel y les piden que no alojasen allí a tropa española ni se convirtiera el convento en guarnición del ejercito español, alegando los frailes que nunca habían pedido protección. Posteriormente el Duque de San Germán envió una compañía de 100 hombres al mando del capitán Cristóbal Manuel, con la consigna de retirarse al fuerte de San Miguel en caso de peligro. Durante el cerco a Badajoz, los portugueses pierden algunos hombres en la toma del convento contra la guarnición española. Al entrar, los frailes son maltratados y el convento saqueado hasta la llegada de los jefes que montan allí su cuartel Real. Se les prohíbe tocar las campanas y al cuarto día permiten salir a los frailes pero dirección a Castilla. El guardián y seis frailes que no quisieron salir, fueron enviados a Évora. Recuperado el convento, volvieron los frailes y hasta febrero del año siguiente no volvieron los de Évora.

Anónimo dijo...

Se me olvidó comentar ayer, la negativa de los frailes, a mantener en el convento la guarnición que “generosamente” les envió el tirano del Duque de San Germán. Los principales desperfectos del convento durante el cerco portugués vinieron del fuerte de San Miguel, es decir, los mismos militares españoles fueron los que más destrozos provocaron en el entonces cuartel general portugués.

Otra cosa, como dice Pilo, D. Gómez Fernández de Solís y su mujer fueron los promotores tanto del convento de Santo Domingo (frailes dominicos) como del convento de S. Gabriel (franciscanos observantes).
D. Gómez murió antes de terminarse el convento de S. Gabriel en la Parra, por eso fue inicialmente enterrado en Salvatierra. Los frailes de uno y otro convento estuvieron disputándose el lugar definitivo del panteón de D. Gómez, con gran oposición de los dominicos. Finalmente se trasladó al difunto a San Gabriel con toda solemnidad, juntándose para la ocasión más de 50 frailes, “cubriéndose con una losa de alabastro de gran riqueza”. Posteriormente el convento fue terminado.

Anónimo dijo...

Los portugueses ocuparon San Gabriel durante el sitio de 1658 y establecieron en él un hospital. Frente al convento, en la orilla derecha del arroyo, levantaron un cuartel que estuvo al mando del conde de Mesquitela.
Sobre la ubicación del pozo de San Antonio no tengo ni idea

Anónimo dijo...

Julián los dos hemos colgado en el mismo minuto una entrada. “Telepatia” total. Respecto al pozo de San Antonio, recordarte que estaba situado en uno de los patios del convento de San Francisco, según la “Cronica de la provincia de San Miguel de José de Santa Cruz” en 1671, pág. 149. En el convento manaba un pozo que las gentes de Badajoz le tenían gran devoción pues curaban ciertas dolencias y enfermedades. Hasta el punto que se realizó un patio en su entorno y facilitar su acceso a la multitud. El informe de adaptación del convento a cuartel por el coronel Francisco Iznardo, habla de la ubicación probable del celebre pozo en el centro del convento. Añade el ingeniero que además de este pozo había otros dos en el patio en torno al cual estaban las habitaciones de los novicios.

Anónimo dijo...

En esa misma zona y sus aledaños había varios pozos. Sería muy interesante poder saber la posición exacta del pozo y si tras la desamortización del convento el pozo quedó para el Ayuntamiento. Te dijo esto porque en las actas del Ayuntamiento correspondientes al año 1876 y 1877 se habla en varias ocasiones del pozo de San Francisco. En las actas no se dan referencias suficientes para situar el pozo aunque pos su nombre supongo que se encontraría en el Campo de San Francisco.
Los acuerdos que hacen referencia al pozo son los siguientes :
-31 de marzo de 1876 se informa al Ayuntamiento que la bomba que extrae el agua del pozo de San Francisco se avería con frecuencia y por ello se solicita construir una escalera para pode reparala con mayor facilidad.
-21 de marzo de 1877. Solicitud para recomponer la manga de riego de San Francisco
-23 de julio de 1877. Se vuelve a informar que la bomba del pozo está estropeada y se propone comparar en su lugar una noria.
-12 de noviembre de 1877. Idem
-10 de diciembre de 1877. Idem.
Como ya indique sería muy interesante si este pozo es el de san Antonio que perteneció al convento o por el contrario es el viejo pozo que dio nombre a la calle Menacho.

Anónimo dijo...

La exclaustración del convento de San Francisco fue en 1835 y la reforma militar de Fco. Iznardo data de 1846. Dice Iznardo refiriéndose a un plano : “En el centro, se ve bien un estructura cubierta sobre pilares. Quizá esta fuera la cubierta del célebre pozo de San Antonio. Un canal bifurcado lo comunicaba con otras dos dependencias anejas, que parecen ser aljibes que aprovechaban el agua del pozo...” Archivo Diocesano Badajoz, Conventos leg. 9 exp. 179 (transcribo del libro de Hipólito Ámez).
Por muchas vueltas que doy a los planos no veo nada, tan solo en algunos, los dos pozos situados en el claustro.
En el libro de Cruz Villalón “Badajoz Ciudad amurallada” pag. 95, podemos ver el plano del proyecto de transformación del ex-convento en cuartel de Infantería... muy detallado, pero ilegibles las citas. También veo los dos pozos juntos, pero ni rastro del que el dice que está cubierto sobre pilares.
El plano-proyecto está en el Archivo Histórico Provincial de Badajoz: Centro Geográfico del Ejercito. Extremadura nº 169 y su tamaño es de 70x106. Esto para quien pueda ir a fotografiarlo, pues como sólo abre por la mañana, me es imposible ir. El horario refleja el interés del Archivo para la Consejeria de Cultura.
Ojo a Julián: calle Menacho = calle del pozo. Julián cuéntanos que estás tramando...

Anónimo dijo...

Manolo sólo exponía que en el entorno del actual parque de san Francisco había tres pozos:
-Uno junto a la actual calle Menacho que por este motivo se llamó calle del Pozo y también calle de San Onofre (por el convento de este nombre que había en la calle).
-Otro pozo estaba junto a la Puerta de Santa Marina. No puedo situar exactamente el pozo pero La puerta se abría en lo que hoy es la plaza de los Dragones Hernán Cortés y por tanto muy cerca del parque de San Francisco.
-El tercer pozo estaba dentro del convento de San Francisco según ha descubierto Manuel Cienfuegos y era conocido como Pozo de San Antonio.
Lo que planteo es que el pozo de San Francisco que aparece citado en los acuerdos municipales de 1876 y 1877 puede ser cualquiera de los tres aunque me inclino por el primero de ellos (San Onofre).

Mamen Alegre dijo...

Os leo con entusiasmo, y busco entre los comentarios si en algún momento habeis hablado del lugar en el que se encontró la llamada "Fuente de los alunados" y no lo veo. ¿Podría ser este tema un nuevo post, Fernando?

Aprovecho para agradecer tu comentario y tu enlace.

Un saludo a todos, cada vez que puedo os visito. :)

Anónimo dijo...

Malegar, la fuente de los alunados estaba en el Calamón y posiblemente muy cerca del puente de los Mártires o de las Brujas. Hay un plano de Badajoz de 1871 del S.G.E. que creo viene representado la fuente de los alunados y la fuente de los caballeros (Rivillas), pero yo no puedo decírtelo con seguridad, pues en el libro que lo contiene, esa parte no lo sacan. Creo que Julián nos lo puede asegurar.

Julián la plaza de San Francisco o la “Delicia de Anleo” Capitan General que en 1836 lo ajardinó ¿llegó a contar con pozo propio alguna vez?

Anónimo dijo...

NOTA:
Tengo en mis manos el programa del IV Foro Internacional sobre la guerra de la Independencia a Celebrar en Badajoz el 15 (tarde), 16 y 17 (mañana) de octubre de 2007. A celebrar en la Facultad de Biblioteconomía. Conferenciantes:
D. Miguel Angel Melón,
D. Alvaro Melendez,
D. Juan Garcia Perez,
D. Jesus Maroto,
D. Eduardo Garcia Menacho,
D. Fernando Sanchez Marroyo y
D. Francisco J. Zorzo Ferrer.

La mañana del martes se realizará una visita al campo de la batalla de Gevora para su recreación. Esta firmado por la Sociedad Extremeña de Historia. Enhorabuena, aunque siento no pueda realizarse en fin de semana.

Anónimo dijo...

Que yo sepa, la fuente de los Alunados aparece representada en dos planos de Badajoz:
1. Plano de la Plaza de Badajoz. Autor Francisco Iznardo. Año 1844 (S.G.E., 168). Desgraciadamente está inédito.
2. Pano de Badajoz. Autor Cuerpo de Ingenieros. Año 1871 (S.G.E. 176). María Cruz Villalón publicó gran parte del plano pero la fuente no aparece ya que se encuentra fuera de la zona que está publicada.
En función de ambos planos parece que la fuente se localizaba en la orilla derecha del Calamón, inmediata a un paso del rio que se encontraba en la confluencia de las calles del cardenal Fonseca, Tirso Lozano Rubio y San Vicente de Paul.
Sobre el paseo de Anleo no se si aprovechó la aguas de un pozo preexistente o excavó uno nuevo para la ocasión.

Anónimo dijo...

Fernando tus entradas no sólo me parecen interesantes, didácticas y amenas sino que además introducen asuntos en los que no solemos reparar. Pongamos el ejemplo del pozo de San Francisco.

Ayer mismo viendo el plano de Francisco Coello (1852) "descubrí" que en el lateral del Paseo de San Francisco que contiguo al actual edificio de Hacienda aparecen marcados una fuente y una noria. Hasta ayer no había reparado en este detalle que me parece interesantísimo de cara a dejar lo más cerrado posible el asunto de los pozos del entorno de San Francisco.
En efecto, tras ver el plano de Francisco Coello (1852) me pare claro que el pozo de San Francisco y el de San Antonio eran dos pozos próximos pero distintos. Por otro lado, también me parece bastante evidente que el pozo que se cita en las actas municipales de años 1876 y 1877 es el pozo de San Francisco que muestra Francsico Coello en su plano.